viernes, 16 de noviembre de 2012

el incienso

                           El INCIENSO

Se marchó, le ha llegado su día.
Fue una persona que pasó por la vida silenciosa, sin pena ni gloría.
Lo mejor de ella era su sonrisa, eso la hacía como nadie, siempre estaba alegre.
 Pero un mal día dejó de sonreír y pasó de la sonrisa a la tristeza,  le invadió una soledad, que no la dejaba de compartir sus horas con los suyos.
 El resto del camino hasta su fin ha sido doloroso, sobre todo para los seres queridos, pero ella solo era su sombra.
Sus paseos con ella misma, sin la compañía de nadie.

 Después de la misa el sacerdote le ha perfumado, para que en el largo camino, recordara algo de la Tierra.

El Incienso.

                     6-11-2012   JoaquinaCampón.                 

EL INCIENSO

                           El INCIENSO

Se marchó, le ha llegado su día.
Fue una persona que pasó por la vida silenciosa, sin pena ni gloría.
Lo mejor de ella era su sonrisa, eso la hacía como nadie, siempre estaba alegre.
 Pero un mal día dejó de sonreír y pasó de la sonrisa a la tristeza,  le invadió una soledad, que no la dejaba de compartir sus horas con los suyos.
 El resto del camino hasta su fin ha sido doloroso, sobre todo para los seres queridos, pero ella solo era su sombra.
Sus paseos con ella misma, sin la compañía de nadie.

 Después de la misa el sacerdote le ha perfumado, para que en el largo camino, recordara algo de la Tierra.

El Incienso.

                                                      6-11- 2012,    Joaquina Campón.                 

jueves, 17 de mayo de 2012

CARTA A LISA.

Querida f, como verás me siento invadida, con esta pena que llevo arrastrando hace unas semanas.
Figuraté, yo con esta pena y solo te he visto una docena de veces. No dejo de pensar ¿Cómo estaran tus padres? Y pensar que solo podran llevarte unas flores a tu tumba y desde allí, contarte todo lo que no te digeron en vida.
Su contemplación a la tumba será desgarradora, la pena que arrastrarán, en el camino que les queda hasta encontrarse con tigo.
Esta amargura que no debieran de conocer los padres, pero la vida amarga para algunos y muchos arrastran a duras penas, a lo largo de su vida, el suplicio que les falta por recorrer.
Un fuerte abrazo en la lejanía.
                                                      14-7-2012,      Joaquina Campón.